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¡Bienvenidos a Twilight - Tokio Hotel!

20 dic 2008

Crepúsculo: entrevista con Catherine Hardwicke



Catherine Hardwicke ya tiene bastante experiencia mostrando la vida de quinceañeros en la gran pantalla. Y es que no olvidemos que esta directora debutó en el 2003 con Thirteen 13, una visión inquietante de la adolescencia que protagonizaban Nikki Reed y Evan Rachel Wood. Luego vino su película sobre los amantes del monopatín, Los Amos de Dogtown, en la que seguía explorando esta complicada edad.
Sin embargo, la película que va a lanzarla a la fama va a ser Crepúsculo, un film de vampiros nada convencional que servirá para que esta ex-arquitecta logre su mayor éxito hasta la fecha. La directora nos presenta la película en esta entrevista.
Parece que se ha armado un buen revuelo en torno a Crepúsculo…Esto empieza a ser una verdadera locura, ¿verdad? Normalmente, al hacer una película independiente, estás rogando para que alguien, aunque sea tu abuela, vaya a ver la película (ríe). En este caso, sin embargo, ya hay gente que quiere verla, lo que es estupendo… Cuando empecé a trabajar en ella, no había más que dos libros publicados, dos de los cuatro. De eso hace ahora un año y diez meses. No se había extendido todavía la fiebre que hay ahora por ellos.¿Cómo entraste a formar parte de este proyecto?El año pasado fui jurado en el festival de Sundance y Summit Entertainment se puso en contacto conmigo. Me dijeron que les encantaba mi película, Thirteen 13, y querían que dirigiera uno de sus proyectos. Tenían cinco guiones. Leí cuatro de ellos y los tiré a la otra punta de la habitación. Y entonces estaba éste… No era el guión definitivo, pero aun así resultaba interesante. Así que leí el libro y acudí a la reunión. Me llevé un montón de fotografías y dibujos que había hecho y les enseñé cómo podía ser el mundo. Lo hermoso que podía ser. Pero también dije que tenían que coger ese guión y tirarlo, porque teníamos que hacer que se pareciera más al libro. Sabía que el libro tenía un carácter único y fuerte y esa tensión sexual obsesiva, que sería estupenda. Y eso fue lo que hicimos. Escribimos un guión que fuera más similar al libro.
¿Cuál crees que es el atractivo del libro de Stephenie Meyer?Para empezar, esa tensión sexual que se mantiene en todo momento pendiente de un hilo… “¿De verdad pueden tener ese peligroso romance? ¿Puede funcionar?” Se traduce a enamorarse del ‘chico malo’, del chico que no es del barrio adecuado, la familia adecuada, la raza adecuada… o, en este caso, la especie adecuada (ríe). Creo que la idea de la inmortalidad también intriga a la gente. Es algo sobre lo que todos nos preguntamos.
¿Cómo fue el rodaje?A cada segundo, a cada paso, estuve implicada al 100%. El guión, trabajando con Melissa [la guionista, Melissa Rosenberg] para ver cómo hacer más cinematográficas las escenas, más visuales… Y los actores. Estaba muy interesada en Kristen [Stewart] tras verla en Hacia rutas salvajes (Into The Wild). Me pareció que se salía de la pantalla. Fui a verla a Pittsburgh, donde estaba rodando otra película. Tenía el día libre, así que me llevé mi cámara de vídeo e hicimos unas cuantas escenas. Aun así, no me gusta tomar decisiones sobre la marcha. Prefiero volver y ver tranquilamente lo grabado. ¿Cómo queda en película? ¿Cómo queda en la pantalla? ¿Es la adecuada? En cuanto la vi, supe que sería una Bella estupenda… Edward, sin embargo, fue más difícil de encontrar (ríe). Supuso un desafío tremendo.
¿Cómo es eso?Se supone que tienes que encontrar al ‘hombre más apuesto del mundo’. Pero no puede ser Brad Pitt, porque tiene que estar en el instituto (ríe). Entonces, ¿quién podría ser si no? Supuso buscar y rebuscar e intentar descubrir a alguien. Cuando hablé con Rob [Robert Pattinson] en Londres, sonó interesante por teléfono. Había visto Harry Potter, pero hacía tres o cuatro años de eso y vete a saber qué aspecto podría tener ahora esta persona. Voló hasta aquí, durmió en el sofá de su agente y luego vino a mi casa, donde estábamos Kristen y yo. Hicimos toda una serie de pruebas. Y entonces fue cuando cobró vida. Fue entonces cuando se pudo apreciar de verdad la química. Estas dos personas, tienen magnetismo. Saltan chispas… Sin embargo, todavía tenía que seguir con mi proceso. Tenía que montarlo y verlo para comprobarlo. Porque es verdaderamente importante. Cuando vi todas las cintas juntas, fue el mejor con diferencia.

Había, sin embargo, cierto escepticismo inicial por parte de los fans.En un primer momento, cuando se anunció a Robert, la gente se quedó: ‘¿Qué?’ Pero, en cuanto empezamos a sacar fotos, cambiaron por completo de actitud y empezaron: ‘Vaya, sí que es guapo’ (ríe).
¿Qué fue lo que resultó más complicado durante el rodaje?Todos los días fueron duros en esta película. Teníamos un calendario de rodaje muy apretado para el tipo de película que era. Y además, Kristen era menor. Está en todas las escenas, pero únicamente podía trabajar cinco horas al día [por ley]. Y a eso sumas el tiempo que hacía allí. Cuando ves Harry Potter o El Señor de los Anillos, esas preciosas escenas de bosque están creadas en un plató donde se pueden controlar mejor las cosas. Nosotros no disponíamos de semejante lujo. Tuvimos que ir al bosque de verdad, donde salía el sol, seguido de nieve, seguido de lluvia, seguido de nuevo por el sol… Resultó duro, pero los actores hicieron un trabajo excelente para mantenerse concentrados.
¿Es posible que jugar al beísbol con vampiros bajo la lluvia no sea tan fácil como parece?Oh, Dios mío… El primer día no paró de diluviar. Fue una auténtica lluvia torrencial. Pero teníamos que rodar igualmente, porque solamente teníamos tres días para conseguirlo. Después de cosa de una hora, se veía el pelo… el maquillaje, corrido. Parecían todos pollos mojados (ríe)…
Has redefinido la imagen icónica de los vampiros en Crepúsculo. ¿Fue una decisión consciente?Si dices que vas a hacer que el libro cobre vida, bueno, pues eso es lo que aparece en el libro. Así que eso no supuso ningún conflicto. Y creo que eso es lo que lo hace estupendo. Stephenie [Meyer] simplemente tenía su visión. No era aficionada a los vampiros. No le gustaba el terror. Solamente tuvo esa idea. Así que seguimos su idea fresca, en lugar de rendir homenaje a las viejas películas de vampiros. Tuvimos ocasión de hacer algo nuevo, lo que me parecía más interesante. O sea, me encanta el Drácula de Bram Stoker, de Coppola, pero no quería copiar lo que ya habían hecho otros antes.
Ni tampoco sacrificaste la acción.Era algo que quería ver. Me gusta entusiasmarme. Me gusta que las cosas sean dinámicas. Cuando leí Crepúsculo, sobre la marcha visualicé buena parte de la acción. Dibujé enseguida el choque en el aire que se ve en el partido de béisbol. Mi segundo dibujo fue del tipo que atravesaba el suelo del estudio de danza…
¿Cómo se hace para que alguien atraviese el suelo en una película?La verdad es que sí dolió. El tipo se llevó un buen golpe en la cabeza, he de decir. O sea, no pretendo restarle importancia, pero también hay que decir que al día siguiente ya estaba trabajando. ¡Porque, como todos sabemos, los especialistas están locos! Básicamente, pones tablas de madera de balsa. Les das la vuelta y las cortas previamente por la parte de atrás de modo que estén ya medio cortadas y se rompan más fácilmente. El especialista también está acolchado. Aun así, duele, créeme.
¿Cómo fue tu colaboración con Stephenie Meyer?La conocí cuando se publicó su tercer libro. Melissa y yo fuimos a verla a una firma de libros. Queríamos conocer más detalles. Se mostró muy abierta y nos contó todo tipo de cosas que se le habían ocurrido. Cuando le enviamos el guión, recibimos anotaciones minuciosas y trabajamos a partir de ellas. También vino cuando estábamos de preparación. Quería ver algunas de las localizaciones, el vestuario, los storyboards… Y entonces vino dos semanas mientras rodábamos. Sí que fue una colaboración. Creo que se le había avisado de que, como escritora, no podía esperar tener ni voz ni voto. Pero la verdad es que yo no opinaba así. Yo sí quería contar con su opinión. Quería tener alguien con quien hablar… En cierto modo, me pareció que resultaría sumamente positivo.
Tus películas anteriores son muy distintas de Crepúsculo, sobre todo en cuanto a tono. ¿Crees que hay alguna similitud entre ellas?Bueno, el elemento común más evidente presente en todas ellas es que siempre hay al menos un adolescente entre los protagonistas. Eso ya es algo común… Claro que, en el caso de esta película, uno de nuestros adolescentes, Edward, tiene en realidad 109 años. Pero, qué duda cabe, he pasado de niñas adolescentes, a monopatinadores y a vampiros, así que hay bastante variedad. Supongo que siempre intento buscar proyectos por los que siento algo, que me fascinen con una historia interesante o algo que no haya tenido oportunidad de hacer. Cuando leí este libro, me pareció locamente romántico. Es una auténtica historia de amor de las que no tenemos ocasión de ver a menudo en cine. Esas extravagantes comedias románticas no tienen la misma fuerza.
¿Aprendiste algo en tus trabajos anteriores que aplicaras aquí?Aprendes en el aspecto técnico. Aprendes cuántas cosas se pueden hacer al día y cómo improvisar cuando todo sale mal. Pero, sobre todo, he aprendido a trabajar con actores jóvenes. Aprendes que cada uno es diferente y va a responder de manera distinta. Con cada actor intentas descubrir qué les ayuda a meterse en su personaje. Naturalmente, en las demás películas, lo tenía un poco más fácil. En Thirteen 13, teníamos a gente de verdad… En Los amos de Dogtown, podíamos aprender a patinar y practicar el surf al estilo de los años 70, y conocer a las personas reales. Pero, ¿en este caso? No puedes salir a conocer vampiros de verdad (ríe).

Crepúsculo también tiene un look muy característico… ¿es el resultado de tu experiencia en el diseño de producción?Antes de dedicarme al diseño de producción, era arquitecta. En arquitectura, empiezas con nada y creas una visualización estructural. ¿Cómo voy a crear un mundo? ¿Cómo voy a crear un edificio? Eso, trasladado al cine significa: “¿cómo voy a crear una escena que tenga dinámica y posibilidades para los actores?” Intentas encontrar ese marco que permita a los actores y a la cámara moverse y crear una dinámica más interesante. Mi mente se ha formado así, para descubrir la forma más dinámica de rodar algo.
¿Elaboras storyboards de todas las secuencias?No. Solo preparo storyboards de las secuencias de acción o con efectos especiales, que verdaderamente exigen una coordinación entre muchos departamentos distintos. Por lo demás, creo que limitan un poco.
Tres de las creadoras clave de Crepúsculo son mujeres: tú misma, la novelista, Stephenie Meyer, y la guionista, Melissa Rosenberg. ¿Cómo influyó eso en la película?Ninguna de las tres es seguramente una mujer estereotípicamente femenina. O sea, ninguna de nosotras podría hacer una peli de chicas aunque quisiéramos… Melissa es guionista de la serie de televisión, Dexter, una serie sobre un asesino en serie. A mí me encanta rodas secuencias de acción y trabajar con los equipos de especialistas. Y Stephenie, o sea, su próximo libro tiene todavía más acción y desenfreno. Así que, no sé… Quizá sea simplemente una cuestión de tener a las mejores personas para cada trabajo, me parece a mí.
Se han creado muchas expectativas en Hollywood en torno a Crepúsculo, ¿qué esperas tú de la película?Creo que, como cineasta, lo mejor que puedes hacer es tratar de hacer una buena película, algo de lo que te puedas sentir orgullosa. No obstante, intento recordarle a la gente, que hemos hecho esta película por menos de 40 millones de dólares. Si te fijas en Harry Potter, se gastaron más de 150 millones de dólares en hacerla. Tenían mucho más dinero para efectos especiales y muchos más días de rodaje. Y si comparamos simplemente los lectores de los libros… O sea, se han vendido 18 millones de copias en todo el mundo de los libros de Stephenie Meyer, mientras que se han vendido 480 millones de copias de la saga de Harry Potter. Me encanta que la gente piense que vamos a conseguir una taquilla de ese nivel pero, en fin, es un poco (ríe)… Vamos, crucemos los dedos. Pero me contentaré simplemente con que a los fans les guste la película y otras personas vayan a verla y también disfruten con ella. Ya veremos qué pasa.